El Barrio de Los Quevedos es considerado como un sitio histórico de San Juan de La Rambla por el Decreto 84/2008 de 29 de Abril por la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes.
El Sitio Histórico del Barrio de Los Quevedos se localiza sobre el lomo de igual denominación situado en las medianías del término municipal de San Juan de la Rambla, a unos 420 m.s.n.m. y en las inmediaciones del núcleo de San José. Al lugar se accede por la carretera TF-2214, que conecta este enclave con el núcleo costero de San Juan de la Rambla y la carretera C-820. Desde aquélla, tanto el Camino del Lomo de los Quevedos como el Camino Montañero de Poncio dan acceso directo al conjunto de inmuebles objeto de protección.
El promontorio donde se ubica el Sitio Histórico forma parte de una cobertera de materiales basálticos y fonolíticos de la Serie III, muy alterados por la roturación secular del espacio mediante la construcción de bancales, que permitieron la retención del suelo fértil. Esta formación geomorfológica que sirve de soporte al conjunto habitacional se caracteriza por el amplio dominio visual de la costa norte de la isla, y constituye un emplazamiento improductivo debido al afloramiento del sustrato rocoso en torno al que se distribuye el terrazgo productivo. Ambas circunstancias serían determinantes para su elección como lugar de asentamiento y de concentración de las edificaciones.
La vegetación dominante en todo este ámbito se ha visto transformada por los usos agrícolas y ganaderos que de forma prolongada se han desarrollado históricamente en la zona. Junto a los cultivos aparecen algunos frutales dispersos, nopales y una importante representación de comunidades de carácter ruderal o serial y naturaleza herbácea y arbustiva.
El Barrio de Los Quevedos está constituido por una quincena de inmuebles de tipología tradicional, exentos o adosados, entre los que se intercalan varias edificaciones recientes sin el menor valor patrimonial y de nula calidad estética, cuya proliferación constituye uno de los principales factores de amenaza del conjunto arquitectónico. La tipología de los inmuebles responde a los patrones característicos de la arquitectura rural del norte de la isla: plantas rectangulares con gruesos muros de mampostería basáltica, reforzados con cuñas y ripios y empleo de un rudimentario mortero de cal y arena, que en unos casos corresponde al sistema de «cabeza descubierta» (en el que aflora la cara exterior de los bloques de mayores dimensiones) y en otros se emplea únicamente en las uniones de éstos. En algunos casos, las esquinas de los inmuebles aparecen construidas con sillares de cantería, que proporcionan mayor estabilidad a la estructura. Algunas dependencias anejas de menor entidad están levantadas con muros de piedra seca sin ningún tipo de mortero.
Las edificaciones cuentan con una o dos plantas, caracterizándose estas últimas por la existencia de escaleras exteriores bien en madera (las más antiguas) o en mampostería que darían acceso al nivel superior. Las cubiertas son de teja árabe, muy antiguas y dispuestas a dos y cuatro aguas sobre una estructura de vigas, hibrones y listones. Los vanos son poco numerosos y de pequeñas dimensiones y sus dinteles, gualderas y solladíos están realizados con tablones de tea, al igual que las puertas y las hojas de las ventanas. En dos casos existe un balcón en mal estado de conservación fabricado en idéntico material.
Intercalándose con estos inmuebles de indudable valor patrimonial han proliferado en los últimos años diversas autoconstrucciones modernas, que, en algunos casos, han sustituido a las más antiguas y, en otros, se adosan a ellas, generando un impacto paisajístico notable y un deterioro de los valores históricos, artísticos y patrimoniales. Asimismo, se perciben ejemplos de transformación parcial de los inmuebles, de manera que la planta baja o una de sus partes ha sido reformada mediante el empleo de materiales modernos y por iniciativa de su propietario, sin contar con asesoramiento alguno.