La Ermita del Socorro de Güímar es considerada como un monumento por la Orden 2 de Julio de 1993 de Publicidad del Acuerdo de Gobierno de Canarias de 19 de Noviembre de 1990.
Según cuenta la leyenda, allá por el año 1932 (1430-50 según estudios modernos), unos pastores encontraron en la playa de Chimisay a la imagen de Candelaria. Ellos asustados acuden a avisar al mencey Acaymo y por las virtudes sanadoras de la imagen, decide cargarla él. Al ser demasiado pesada, pide socorro. Este hecho marcó el origen de ese lugar, de su ermita y su romería.
Fue en el primer tercio del siglo XVI cuando el Adelantado, Alonso Fernández de Lugo, decidió edificar una ermita como recuerdo de su aparición. Esta ermita se reedificó y se construyó en ella la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro. Experimentó varias reformas y sus obras definitivas, que la ampliaron a un templo de dos naves, se concluyeron en 1894.
En su interior destaca una talla de la Virgen, del siglo XVII, hecha en madera, con telas encoladas y ataviada con túnica roja.