El Castillo de San Joaquín es considerado como un monumento por el Decreto 22 de Abril de 1949 por el Ministerio de Educación Nacional y delimitado por el Decreto 22/2000 de 15 de Febrero por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.
Este Castillo es de planta cuadrada y tambores circulares en sus ángulos, existiendo sobre sus explanadas dos crujías paralelas separadas por un patio central. Su interior ha sido reformado en numerosas ocasiones, según el uso al que era determinado; desde polvorín, pasando por palomar hasta prisión militar. Su aspecto externo y su planta no han variado a lo largo de los años.
Este fortín está ubicado en la Cuesta, cerca de la carretera que une Santa Cruz con La Laguna. Sus orígenes se remontan a 1586, cuando el Gobernador D. Juan Núñez de la Fuente ordenó construir una o dos plataformas en aquel lugar. Después de muchos años de abandono, comienza su reconstrucción en 1780.
Es un fuerte rectangular con un patio central y un pequeño torreón en cada uno de sus ángulos. Los dos que dan hacia la plaza tienen explanada de lajas, y los otros se utilizaban como almacenes de pólvora.
Su localización, lejos de la costa, tenía como objetivo imposibilitar el paso del enemigo hacía el interior de la isla, en el supuesto de que se hubiesen salvados los obstáculos que se oponían a su desembarco.