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Ermita de San Diego

La Ermita de San Diego de La Laguna es considerada un monumento por el Decreto 100/2015 de 22 de Mayo por la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda.

Se trata de un inmueble de una sola nave, fundado por Juan de Ayala en 1615. Tiene unos 21 m de largo por 9 m de ancho, con piso de loseta cerámica antigua y techo artesonado de teja árabe a cuatro aguas. El templo exteriormente presenta disposición de única nave adosada por el lado del Evangelio al antiguo convento, tal y como es habitual en las construcciones isleñas. La fachada principal es de composición muy sencilla con esquineras de piedra a ambos lados y rematada en la pared del Evangelio con una espadaña en piedra de tres vanos (la espadaña es de dos alturas; con dos huecos en la parte inferior y uno más pequeño en el superior), con campanas en los vanos inferiores. Presenta, además, una ventana adintelada enmarcada en cantería (con piedra similar a la de las esquineras y espadaña) en la zona correspondiente al coro. Un arco de medio punto realizado en cantería, enmarca la puerta principal de acceso al templo. Las piezas que forman el arco (dovelas y clave) resaltan por estar sus uniones cubiertas con una capa de cal. A los lados de la puerta principal se desarrollan dos bancos en piedra a modo de poyos.

En cuanto a la fachada lateral, que se corresponde con la zona de la Epístola, existen dos ventanas con arcos de medio punto enmarcadas en cantería gris con cerramiento acristalado a modo de cojinetes. También existe un arco de medio punto en piedra gris, actualmente ciego, que sirvió como puerta de acceso lateral a la ermita y que quizás se corresponda con una de las puertas que se menciona en la documentación de finales del siglo XVII. La zona de transición entre la ermita propiamente dicha y la sacristía se define por la presencia de un contrafuerte en piedra similar a la de las esquineras. La trasera del edificio está totalmente oculta por la maleza pero destaca en ella la disminución de volumen y dimensiones con respecto de la nave principal, ya que es una construcción posterior.

En el interior existe un coro alto que ocupa todo el ancho de la nave, cuya escalera de acceso arranca del lado de la Epístola y gran ángulo de inclinación. La subida al coro está protegida por una barandilla, también en madera, con sencillos balaustres torneados como motivo ornamental.

Un poyo recorre el lado de la Epístola hasta la zona del presbiterio donde queda interrumpido por el aumento de altura de la mencionada zona. Este es de factura reciente (al menos posterior a la segunda mitad del siglo XIX), pues anteriormente existían dos retablos en esta pared. El asiento se conforma mediante losas de barro, similares a las utilizadas en el pavimento del templo. Este tipo de poyos es muy característico en las ermitas canarias, tanto interior como exteriormente. Para acentuar o destacar más el presbiterio, se empleó una gruesa barandilla de madera con decoración de balaustres. En el lado del Evangelio se abre un arco -hoy ciego- que daba acceso a la antigua capilla de San Bernardo (posteriormente, capilla de Nuestra Señora del Buen Viaje) que pasó a ser propiedad de la familia Salazar a finales del siglo XVII, de ahí la presencia del escudo de armas de la familia -trece estrellas de ocho puntas-, realzado en piedra y situado sobre la clave del arco. Al cerrarla e incorporarse como una estancia más de la vivienda, se le colocó delante una pila antigua, en piedra, de agua bendita (que probablemente se encontraba en un lateral de la puerta principal o puertas laterales).

El segundo arco ciego, más cercano al presbiterio, donde hoy se encuentra el púlpito, también daba acceso al interior del convento. Delante se sitúa el púlpito al que se accede mediante unos escalones realizados en mortero de cemento.

En el espacio entre los dos arcos se desarrolla un poyo de características idénticas al del lado de la Epístola. Cuatro escalones de piedra, que fueron repintados en color blanco, separan la nave de la zona del presbiterio. En esta zona, a ambos lados del retablo mayor hay: dos puertas, con forma de arcos de medio punto, que comunican con las habitaciones de la sacristía. Esta disposición de las puertas, paralelas al retablo mayor, con acceso a la sacristía, es también muy habitual en los templos canarios. En esta zona del presbiterio se encuentran sendas losas que recuerdan al fundador de la ermita D. Juan de Ayala y Zúñiga (en la pared de la Epístola) y al Siervo de Dios (en la pared del Evangelio), Fray Juan de Jesús.

La cubierta del templo es la usual en Canarias, de teja árabe, a cuatro aguas. En fachada, tanto en la principal como la lateral, se remata con triple hilera de tejas. Las cumbreras no están recubiertas con mortero de cal, para destacar de las restantes. La techumbre de la ermita es de madera de tea, con un amplio almizate central y cuatro faldones sin decoración. La separación entre los faldones se realiza con lima bordón, mientras que siete tirantes recorren el ancho de la nave, ayudando al equilibrio de los muros y distribuyendo las tensiones. Cada uno se distingue del otro por la decoración geométrica de tipo mudéjar que tienen labrada o adosada.

La zona del presbiterio no se diferencia del resto de la nave con una cubierta y techumbre independientes, sino que las comparten y forman una unidad. El pavimento tanto de la nave como del presbiterio y del resto de las habitaciones que conforman la edificación, es de losas de barro. Si bien no todas pertenecen a la misma época, pues son reflejo de las distintas modificaciones que ha sufrido la construcción y que podemos comprobar por los distintos tonos que presenta el pavimento.

La sacristía posee una altura inferior a la del resto de la nave y fabricada en materiales distintos. Su techumbre es de «falso techo», y la iluminación se realiza a través de un pequeño ventanuco. Una segunda sala, de forma cuadrangular, servía como lugar de aseo y descanso para el párroco pues en ella se conserva un aparador con jofaina y restos de antiguos sillones y sillas. A la derecha según se entra, se encuentran dos ventanas y una puerta. La carpintería de estos vanos presenta las características del siglo XIX, pero como en el caso anterior, la estructura es del siglo XVIII. Las ventanas, de guillotina, iluminaban y ventilaban esta sala, deduciendo de ello que esta habitación daba al exterior y que el baño, al que actualmente se accede a través de la misma, fue construido en época posterior. Continuando en esta segunda sala, en la pared del fondo, existe un pequeño arco ciego de medio punto, hecho en piedra roja a una altura de metro y medio del suelo, correspondiente a una antigua hornacina.

Por último, el camino de acceso a la ermita constituye el tramo final de la antigua alameda mandada a plantar por el corregidor Agustín Gabriel del Castillo Ruiz de Vergara entre 1764 y 1770, con el fin preciso de acondicionar y hacer más agradable el paseo que conectaba La Laguna con el convento. Se encuentra delimitado por una profusa vegetación y representa un elemento definidor del conjunto patrimonial.

BIENES MUEBLES VINCULADOS.

– Santo Domingo de Guzmán, óleo sobre lienzo, autor anónimo, formó parte del Retablo Mayor. Ubicación: Presbiterio.

– San Diego de Alcalá, escultura de bulto redondo, madera tallada y policromada, autor anónimo, formó parte del Retablo Mayor. Ubicación: Presbiterio.

– Crucificado, óleo sobre lienzo, autor anónimo, formó parte del Retablo Mayor. Ubicación: Presbiterio.

– Nuestra Señora de Los Ángeles, escultura de bulto redondo, madera tallada y policromada, formó parte del Retablo Mayor. Ubicación: Presbiterio.

– San Francisco de Asís, escultura de bulto redondo, madera tallada, dorada y policromada, autor anónimo, formó parte del Retablo Mayor. Ubicación: Presbiterio.

– San Francisco de Asís, óleo sobre lienzo, autor anónimo, formó parte del Retablo Mayor. Ubicación: Presbiterio.

– Lápida de piedra tallada y pintada, sobre el lugar donde se custodian los despojos del Siervo de Dios, Fray Juan de Jesús, religioso lego de los menores de San Francisco, nacido en Icod de los Vinos, Tenerife. Ubicación: Presbiterio, pared izquierda.

– Lápida de piedra tallada sobre el lugar donde reposan los restos mortales de D. Juan Interián de Ayala, quien cumpliendo el testamento de su tío D. Juan de Ayala, fundador de lo que fue el Convento, fechado en el año 1615, llevó a cabo las obras del mismo que concluyeron en el año 1672. Ubicación: Presbiterio, pared derecha.

– Juan de Ayala y Zúñiga, fundador de la Ermita de San Diego del Monte, escultura de bulto redondo, mármol de Carrara, de procedencia genovesa, autor anónimo, 1648. Ubicación: pared de la derecha, cerca del Presbiterio.

– Santo Hermano Pedro, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la derecha.

– Padre Anchieta, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la derecha.

– San Agustín de Hipona, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la derecha.

– Santa Teresa de Jesús, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la derecha.

– El Rey David, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la derecha.

– Retrato de religiosa difunta, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: a los pies de la nave junto a la pared derecha.

– Armonium. Ubicación: Coro.

– Retrato de Sor María de Jesús, religiosa lega dominica en proceso de beatificación, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: a los pies de la nave junto a la pared izquierda.

– Pila benditera, piedra, autor anónimo. Ubicación: pared de la izquierda.

– San José con el Niño, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la izquierda.

– Niño de Pasión, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la izquierda.

– Santa Rita de Casia, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared de la izquierda.

– Nuestra Señora del Pino, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared izquierda, junto al púlpito.

– Púlpito, madera pintada sin policromar, autor anónimo. Ubicación: pared izquierda.

– Sor María, lega dominica, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared izquierda.

– Siervo de Dios, Fray Juan de Jesús, lego de los menores de San Francisco, óleo sobre lienzo, autor anónimo. Ubicación: pared izquierda.

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