La Hacienda de la Quinta Roja de Garachico es considerada un monumento por el Decreto 73/2014 de 26 de Junio por la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda.
La Hacienda de La Quinta Roja constituye un magnífico ejemplo de arquitectura rural histórica de la isla, vinculada al auge del cultivo del viñedo durante el siglo XVII, como centro de explotación agrícola y residencia temporal de la familia propietaria.
La edificación responde a la tipología característica de las haciendas de Tenerife, con una planta en U, articulada en torno a un patio y galería abierta en primera planta, antepechos de mampostería y apeada sobre pies derechos. Su ermita de San Cristóbal fue construida como capilla privada de la hacienda. El recinto presenta muros almenados, incluida la portada de acceso (hacia el Sur). La escalera principal en el ángulo del patio es de ida y vuelta y se cubre con una espléndida armadura con almizate de casetones labrados.
En la planta baja se suceden varias habitaciones y dependencias relacionadas con el cultivo de la vid y la producción de vino, mientras que hacia el Oeste se localiza un patio dominado en la primera planta por una balconada abierta de gran desarrollo longitudinal. Los lados Norte y Este presentan un espacio destinado a huerta entre la edificación principal y el muro perimetral. En la fachada Norte aparece un balcón de cristaleras de fecha bastante tardía. La planta alta se destinaba a vivienda principal, mostrando al exterior huecos verticales dispuestos simétricamente respecto a los de la planta inferior.
La ermita es una pequeña construcción exenta con cubierta de tejas a cuatro aguas y espadaña en uno de los ángulos, resaltándose mediante un paño vertical de cantería que arranca desde el suelo. La portada en carpintería muestra un perfil adintelado.
Entre las dependencias de servicio que delimitan el patio -además de la ermita- se documentan la prensa, corrales, la bodega (sobre la que se localizaba el granero), el cuarto del guano y otras. Las antiguas caballerizas se localizan hacia la trasera de la casa principal, habiendo sido reconvertidas en instalaciones para el empaquetado de plátanos desde mediados del pasado siglo. Adosado a ellas se localiza una construcción destinada en el pasado a la guarda de los aperos de labranza.
Pocos son los datos históricos conocidos en relación con el inmueble. Constituyó la hacienda de campo de los Marqueses de la Quinta Roja; denominación que recibe de uno de sus titulares -el primer marqués, Cristóbal de Ponte y Llarena- en 1687. No obstante, existen referencias de su fábrica desde 1620, cuando se cita ya su ermita privada consagrada a San Cristóbal y fundada por Cristóbal de Ponte, bisabuelo del anterior.
Además de por su arquitectura, la hacienda es conocida por haber reunido en varias ocasiones al grupo de ilustrados que participaba en las célebres tertulias en la lagunera Casa de Nava.

