La Hacienda de San Nicolás de Tolentino que pertenece a varios municipios de Tenerife es considerado como un monumento por el Decreto 30/1986 de 7 de Febrero y modificada la delimitación por el Decreto 51/2015 de 16 de Abril por la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda.
La Hacienda de San Nicolás de Tolentino fue fundada por uno de los grandes propietarios de la isla, entre cuyos descendientes figuran numerosos regidores de Tenerife.
La antigua vivienda principal se articula en dos plantas con cubierta a cuatro aguas, hacia cuya parte posterior se abre un patio-huerta, que quedó delimitado por un conjunto de dependencias anejas para conformar una planta en U. Hacia la parte posterior se observa una galería apeada sobre pies derechos de basa sencilla. La fachada principal presenta ventanas de cristalera con antepechos de cojinetes y un balcón cubierto de madera sobre la portada principal de la casa.
La ermita ofrece una planta rectangular con cubierta a cuatro aguas de teja curva. La portada de medio punto, la espadaña y el escudo pétreo de la familia Valcárcel constituyen los únicos elementos de interés en la fachada, en el marco de una edificación de cierta sencillez, como caracteriza a muchas de las ermitas de la isla.
En el interior se conserva el pavimento original de ladrillo sevillano de gran interés, un artesonado de par e hilera y un retablo barroco dorado y con diversas imágenes de cierto interés.
La hacienda de San Nicolás de Tolentino aparece vinculada a la familia de Francisco de Valcárcel Ponte y Lugo, regidor perpetuo y alférez mayor de la isla de Tenerife, alguno de cuyos herederos la habría erigido en una fecha no determinada del siglo XVII. La propiedad se mantuvo en manos de la citada familia, hasta que a finales del siglo XIX cambió de manos.

