Portada » Iglesia de Santa Catalina de Alejandría

Iglesia de Santa Catalina de Alejandría

La Iglesia de Santa Catalina de Alejandría de Tacoronte es considerada como un monumento por el Decreto 50/1986 de 14 de Marzo por la Consejería de Cultura y Deportes.

La Iglesia de Santa Catalina constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura religiosa de la isla, habiendo conservado su configuración actual desde la última intervención importante ejecutada por José Fernández de Ocampo. Se muestra como un templo de tres naves, con capilla mayor sobreelevada e individualizada mediante un arco de medio punto en cantería apoyado sobre columnas adosadas de capitel jónico. Su fachada principal -la oeste- ofrece dos recios contrafuertes que la seccionan en tres paños, ubicándose sendas portadas de medio punto en cantería (con escalones pétreos de acceso), sobre las que se emplazan ventanas de medio punto acristaladas; mientras que en el paño central sólo se abre otra ventana semejante, pero de mayores dimensiones. Dos gárgolas de madera completan los elementos más destacados de la fachada.

Los paramentos de la iglesia son lisos de mampuesto, revocados, destacando en la fachada norte el balcón lígneo de la sacristía, junto con otro de menores dimensiones que da entrada a la torre. En la fachada sur se abre otra portada de acceso al interior. La torre prismática se ve realzada por los sillares de cantería en sus aristas, así como los que delimitan los huecos, sobresaliendo el cuerpo de campanas de doble vano en cada frente y remate plano.

Las cubiertas de tejas a cuatro aguas se individualizan para cada nave, sobresaliendo la que cubre la capilla mayor y el crucero, a mayor altura.

En el interior, las armaduras de madera de tea, con pares de tirantes y decoración de motivos geométricos de estrellas, repiten esquemas característicos de estos elementos en la isla, al igual que los artesonados de las diferentes capillas. Las naves aparecen separadas por columnas de fuste liso sobre basamentos cúbicos, que sostienen arcos de medio punto en toba roja volcánica. El crucero se eleva a mayor altura que las naves, al igual que la capilla mayor, formando la cubierta del primero un falso cimbrio octogonal decorado al óleo e imitando grandes ventanales. Las cuatro pechinas son otras tantas pinturas con figuras de santos. La techumbre de la capilla mayor se halla rematada por paneles pintados de blanco, rematándose las junturas mediante una moldura policromada.

El coro es del siglo XVIII y aparece exornado con cartelas conteniendo sentencias y salmos en latín. Llama la atención el gran facistol, hoy desplazado de su sitio y la numerosa sillería labrada y dispuesta en semicírculo. El coro alto carece de interés y sólo servía para alojar el viejo órgano. En la capilla mayor, el gran retablo barroco, con sus columnas salomónicas rematadas por capiteles corintios, consta de tres cuerpos, habiendo sido construido en 1774 por el maestro José Rodríguez «El Brujito» y su hermano Andrés. Es de traza semicircular y en su centro se abre el nicho de la Patrona, a los lados hay sendas pinturas de gusto renacentista representando esculturas de apóstoles.

Entre las capillas, debe ser citada la de la Concepción (colateral del Evangelio), patrocinada por la familia Machado y techumbre con decoración geométrica sin policromar; la del Rosario (colateral de la Epístola), con el retablo de mayor calidad artística del templo, con artesonado dorado y policromado; la de las Ánimas, del último tercio del XVIII; y la de San José, situada a los pies de la nave de la Epístola. En la primera planta de la torre, el baptisterio, con cubierta ochavada y acceso directo desde la nave del Evangelio. Otros retablos notables son los de San Antonio, Santo Cristo de la Misericordia, San Francisco y del Carmen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio